Limpieza diaria: esta es una parte fundamental de una rutina adecuada, su objetivo es retirar de la piel compuestos orgánicos volátiles que provienen de la contaminación ambiental, así como residuos de maquillaje, grasa, toxinas y células muertas de la piel. Al limpiar nuestra piel, evitamos que micro partículas contaminantes se instalen en nuestra piel causando el estrés oxidativo que se traduce en una disminución prematura de la producción de colágeno, elastina y ácido hialurónico propios de la piel.
Los factores importantes a considerar en un limpiador son:
1.Que no contenga ingredientes sensibilizantes derivados de sulfatos como el LSS (Lauril sulfato de sodio)
2.Que se encuentre libre de sustancias alérgenas como fragancias, aceites esenciales o derivados como el linalol.
3.Preferentemente limpiadores líquidos a bases de surfactantes como sarcocinatos o betaínas.
4.Que en su formulación encontremos hidratantes naturales como extracto de aloe vera o glicerina vegetal.
- Hidratar la piel: hidratar la piel es el proceso de llevar humedad al interior de nuestra piel por medio de ingredientes con capacidad de penetrar en diferentes capas cutáneas y retener moléculas de agua. Los síntomas de una piel deshidratada son la pérdida de luminosidad en el rostro y la aparición de líneas de expresión finas por deshidratación que pueden llegar a convertirse en arrugas prematuras.
- La hidratación se consigue principalmente con sueros o con cremas ligeras capaces de penetrar en diferentes capas de la piel.
- Humectación de la piel: a diferencia de la hidratación, la humectación es el proceso por medio del cual se crea una barrera protectora entre la piel y el medio ambiente, evitando que la humedad propia de la piel se escape. Una humectación adecuada nos ayudará a mantener la tonicidad de la piel.
- La humectación se consigue principalmente con cremas o aceites que se quedan en la capa externa de la piel creando esta barrera protectora. No olvides también hidratar y humectar tu cuello, solemos descuidarlo y éste también se ve afectado por agresores externos y por el paso del tiempo.
- Protectores de sol químicos: estos productos son típicamente transparentes al colocarse sobre la piel. Son altamente efectivos para proteger de la radiación solar UV/UVA que daña la piel y promueve el envejecimiento.
- Protectores de sol físicos (pantallas): también conocidos como protectores inorgánicos, son productos que sus ingredientes activos son minerales de zinc o titanio. Forman una capa sobre la piel que refleja los rayos solares evitando el daño UV/UVA. Son más recomendados para pieles sensibles, pero de poco agrado, porque dejan normalmente un rastro blanco sobre la piel.
- Protectores de contaminantes: son ingredientes naturales o sintéticos que tienen la capacidad de atrapar agentes dañinos en el smog o humo de cigarro conocidas como VOCs por sus siglas en inglés a compuestos orgánicos volátiles que tienen la capacidad de dañar la membrana celular y promover el envejecimiento prematuro.
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